1. El revestimiento del toallero no está bien protegido, lo que provoca que el revestimiento se dañe. El latón y el aire entran en contacto y puede desarrollar "pátina" en un ambiente húmedo.
2. No se limpia con frecuencia. Con el tiempo, algunas sanguijuelas forman suciedad en la superficie y eventualmente muestran puntos negros moteados.
3. Mala calidad del agua, que contiene iones metálicos, junto con una limpieza periódica o algunas áreas higiénicas sin salida. Estas gotas de agua ricas en iones metálicos interactúan con el aire y pueden causar manchas de óxido con el tiempo.